Es una inspección visual acompañada con pruebas de rutina, que tienen el objetivo de identificar riesgos de peligro, riesgos ocultos, condiciones inseguras y deficiencias técnicas que presente la instalación eléctrica, a fin de prevenir situaciones que puedan dañarla y poner en riesgo la integridad y vida de las personas de los centros de trabajo.
A raíz de incendios originados por cortos circuitos, sobre elevación de temperaturas y la falta de un programa de inspección y mantenimiento en las instalaciones eléctricas, actualmente las autoridades competentes u organizaciones como Protección Civil, realizan visitas en los centros de trabajo para implementar programas de regularización, con el objeto de inspeccionar y diagnosticar las instalaciones en los centros de trabajo y en todo aquel establecimiento clasificado como lugar de reunión.
Este diagnóstico o estudio técnico es realizado por un asesor o especialista en materia de seguridad y normatividad de instalaciones eléctricas, generalmente una UVIE. Tiene por objetivo determinar las condiciones de operación que guardan las instalaciones puestas en servicio y que éstas ofrezcan las condiciones adecuadas de seguridad para las personas y sus propiedades.
El estudio se realiza a partir de una revisión ocular de los equipos y dispositivos que se encuentran conectados en las instalaciones eléctricas, el análisis se complementa con el desarrollo de pruebas eléctricas que ayudan a determinar las condiciones de operación que no son apreciables a simple vista.